miércoles, 25 de abril de 2012

Huelga histórica que «devorará» EEUU


Huelga histórica que «devorará» EEUU: 115 ciudades paralizarán el país el 1 de mayo


Por primera vez en la historia de EE.UU., miles de trabajadores, estudiantes, inmigrantes y desempleados de más de 115 ciudades por todo el país participarán en la huelga nacional convocada para el 1 de mayo para enfrentarse juntos al sistema ‘corrompido hasta la médula’ y la injusticia económico-social que vive el país norteamericano.
Mientras que los medios estadounidenses se han centrado en las batallas preelectorales, el mayor incordio para las grandes corporaciones internacionales y el Gobierno de EE.UU., el movimiento ’Ocupa Wall Street’, sigue ampliando la lista de las ciudades que buscan lanzar su voz el Día Internacional del Trabajo "en un acto de solidaridad del 99% de la población global en su lucha contra el 1% de los más ricos y poderosos".

Huelga nacional con reto global

Los participantes, que instan a todos a ausentarse ese día (que en EE.UU. no es festivo) de sus puestos de trabajo y de los estudios para que su ausencia haga saber a un sistema corrupto que están descontentos con lo que está sucediendo, prometen no simplemente paralizar todo EE. UU., sino intentar convertir la huelga en el acto global.
"Si es miembro de un sindicato, puede declararse en huelga oficialmente. Pero si no lo es, póngase ’enfermo’ o tómese vacaciones”, recomiendan los activistas, apuntando que cualquiera puede unirse a la acción.
Los ‘indignados’, apoyados por los piratas informáticos más famosos del mundo Anonymous, subrayan que el 1 de mayo es un día perfecto para protestar contra la corrupción del mercado global, que aumentó el desempleo, los bajos salarios, elevó los impuestos y la pauperización del 99% de la población que no cuenta con la mayor parte de los recursos mundiales.
Aparte de EE.UU., la huelga global prevista ya cuenta con la participación de varias ciudades mundiales, entre las cuales se encuentran Londres (Reino Unido), Melbourne y Sidney (Australia), Ottawa y Toronto (Canadá) y Seúl (Corea del Sur).

martes, 17 de abril de 2012

MODA OTOÑO E INVIERNO 2012 "ZARA"

Una de las grandes habilidades de los diseñadores de la casa Zara es detectar rápidamente las tendencias de cada temporada para adaptarlas a prendas que van a ser bien recibidas por un público masivo. Para esta temporada otoño invierno 2012, no han hecho excepción a la regla y han seguido al pie de la letra las tendencias más fuertes, tanto para su línea ZARA Woman como para su línea TRF.
Tendencia MOD: hombros caídos, colores shocking, siluetas redondeadas.


Colección Zara TRF 2012
Color MOSTAZA: es EL color para este invierno!

Colección Zara TRF 2012
Pieles y parkas: bien al estilo años ´70, animal print o tirando estilo militar.

Colección Zara Woman 2012

Colección Zara TRF 2012

Colección Zara TRF 2012
Pitón: en estampa y/o textura, el pitón lo abarca todo, camisas, pantalones, accesorios y zapatos!

Colección Zara Woman 2012

Colección Zara TRF 2012

Transparencias: continúa siendo una de las tendencias preferidas por bloggers.

Colección Zara Woman 2012

Colección Zara TRF 2012

Sweater con falda: se vio en la pasarela y se va a ver en las calles. La clave? Mezclar texturas nobles con texturas propias de la noche.

Colección Zara Woman 2012

Colección Zara TRF 2012

Tendencia TUXEDO: para el día o para la noche, con jeans, con falda, con shorts. Todo vale para este item IT.

Colección Zara Woman 2012

Colección Zara TRF 2012
Lunares: Marc Jacobs y Stella Mc Cartney lo han impuesto. Tendencia a no dejar fuera de tu placard.

Colección Zara Woman 2012

Colección Zara TRF 2012
Maxifaldas: una versión como ésta, estiliza y viste a la moda. Puedes darle un look rockero o romátinco.

Colección Zara Woman 2012
A cuadros y tartán: vuelve con toda la furia para esta temporada de otoño invierno 2012.

Colección Zara Woman 2012

Colección Zara TRF 2012
Pantalones anchos y años ’70: tendencia que pisará fuerte entre las más jóvenes.

Colección Zara Woman 2012

Colección Zara TRF 2012

Colección Zara TRF 2012
Vestidos de mangas largas: infaltable en tu ropero esta variante de LBD, inlcuso en azul y encaje!

Colección Zara Woman 2012

Colección Zara TRF 2012

Al Qaida y la conciencia humana

Al Qaida y la conciencia humana
Hay algo inquietante en la naturaleza del discurso público elaborado tras el 11-S. De forma incesante, a diario, los medios de comunicación occidentales, las autoridades de los gobiernos, los miembros del Congreso de EEUU, los analistas de Wall Street, etc., no dejan de referirse a Al Qaida como la causa subyacente de numerosos acontecimientos mundiales. Acontecimientos de importante naturaleza política, social o estratégica –incluidas las elecciones presidenciales estadounidenses- se clasifican rutinariamente en relación con Al Qaida, la presunta arquitecta de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
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Lo que resulta más sorprendente es el alcance de la cobertura por parte de los medios de comunicación respecto a los «sucesos relacionados con Al Qaida», por no mencionar las montañas de artículos de opinión y «análisis» autorizados concernientes a «sucesos terroristas» en diferentes partes del mundo.
Las habituales menciones a los «fanáticos» y a los «yihadistas» de Al Qaida se ha convertido –desde la perspectiva de las noticias- en algo perenne. En los informes de los medios de comunicación oficiales se despliega todo un ritual mundial al respecto. En el momento de escribir estas líneas (24 de marzo de 2012), la frase «events [sucesos] al Qaeda» tenía 183 millones de entradas en Google y 18.200 entradas en las noticias.
Ante la opinión pública se presentan a diario toda una panoplia de sucesos y circunstancias relacionados con Al Qaida que abarcan amenazas terroristas, advertencias y ataques, investigaciones policiales, insurgencias y contrainsurgencias, cambios de régimen a nivel de país, conflictos sociales, violencia sectaria, racismo, divisiones religiosas, pensamiento islámico, valores occidentales, etc.
A su vez, la retórica sobre Al Qaida de la guerra contra el terrorismo impregna el discurso político a todos los niveles del gobierno, incluyendo el debate bipartidista en el Capitolio, en los comités del Senado y del Congreso, en la Cámara de los Comunes británica y, no vayamos a olvidarlo, en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Los políticos, los medios de comunicación dominantes, Hollywood y los think tank de Washington explican todos estos acontecimientos relacionados con Al Qaida bajo un único titular «los chicos malos», en el que Al Qaida es desenfadada y repetidamente señalada como «la causa» de numerosos sucesos terroristas por todo el mundo.

La conciencia humana: Al Qaida y la mentalidad humana

¿Cómo afecta en la mente humana el bombardeo diario sobre Al Qaida en relación a conceptos e imágenes canalizados hacia las cadenas de noticias y redes de televisión occidentales?
[Los conceptos de Al Qaida, repetidos ad nauseam, tienen potencialmente impactos traumáticos sobre la mente humana y la capacidad de los seres humanos normales de analizar y comprender el «mundo exterior real» de la guerra, la política y la crisis económica.
Lo que está en juego es la conciencia y comprensión humana basadas en conceptos y en hechos.
Sin embargo, con Al Qaida no hay «hechos» ni «conceptos» verificables porque Al Qaida se ha convertido en una mitología de los medios, una leyenda, una construcción ideológica inventada, utilizada como una herramienta poco sutil para la desinformación de los medios y la guerra de propaganda.
Al Qaida constituye una abstracción estilizada, falsa y casi folclórica del terrorismo que va impregnando la conciencia interna de millones de seres por todo el mundo.
Las referencias a Al Qaida se han convertido en un dogma, una creencia que la mayoría de la gente apoya incondicionalmente.
¿Es eso un adoctrinamiento político? ¿Es un lavado de cerebro? Si así fuera, ¿cuál es el objetivo subyacente?
La capacidad de la gente para analizar de forma independiente los acontecimientos del mundo, así como de abordar las relaciones causales respecto a la política y la sociedad resultan dañadas de forma significativa. ¡Ese es el objetivo!
El objetivo que se persigue con el uso rutinario de Al Qaida para aportar explicaciones generales sobre sucesos políticos es el de crear confusión, porque así se impide que las personas puedan pensar.

La inquisición estadounidense

Se predica una noción de Al Qaida –«el enemigo exterior» que amenaza a la civilización occidental- a partir de «una doctrina inquisitorial». La Seguridad Interna del Estado personifica lo que podría describirse como «Inquisición estadounidense». Y, como en el caso de la Inquisición española, ni siquiera puede desafiarse el consenso respecto a la «Guerra Global contra el Terrorismo».
La referencia a Al Qaida como paradigma central utilizado para comprender el mundo que habitamos tiene como objetivo final inculcar temor e inseguridad. En palabras del grupo de comediantes de los Monty Phyton: «¡Nadie espera a la Inquisición española! Nuestra principal arma es la sorpresa… sorpresa y temor… temor y sorpresa… Nuestras dos armas son el temor y la sorpresa… y una eficiencia implacable… Nuestras tres armas son el temor, la sorpresa y la eficiencia implacable… y una devoción casi fanática por el Papa…».
El sometimiento incondicional a la Seguridad Interna del Estado en los EEUU de hoy en día no es tan distinto del proceso de «devoción fanática» que prevalecía bajo el orden feudal español. Lo que está en juego en nuestro mundo contemporáneo, en palabras de Monty Phyton, es «el temor y la sorpresa» y la docilidad incondicional a la “eficiencia implacable” de un orden dominante a nivel político, económico y militar.
La Inquisición estadounidense se encarga de volver a definir todo el marco legal y judicial. La tortura y los asesinatos políticos ya no son una actividad secreta como en los buenos tiempos de la CIA, ocultos a la mirada pública. Son «legales», son objeto de amplia cobertura de los medios y han sido sancionados por la Casa Blanca y el Congreso de EEUU. A la inversa, aquellos que se atreven a enfrentarse al consenso de la “Guerra contra el Terrorismo” reciben la etiqueta de «terroristas». Defender una justicia verdadera desafiando la «cruzada santa» de EEUU contra Al Qaida se convierte en un categórico acto criminal.
Se ha desplegado un umbral nuevo en la historia jurídica de EEUU. Funcionarios de alto rango dentro del Estado y del Ejército ya no necesitan camuflar sus crímenes. De hecho, ocurre más bien al contrario. La tortura a los sospechosos de pertenecer a Al Qaida se ha convertido en una política pública con un mandato humanitario:
«Sí, ordenamos torturar, pero no es realmente tortura, no es realmente una guerra, porque esas gentes son terroristas y “debemos combatir el mal”. Y la forma de defender la democracia y la libertad es “ir tras los chicos malos”, es “emprender la guerra contra los terroristas”. “Así servimos al interés público».
Además, cualquiera que cuestione nuestra definición de «combatir el mal» (que desde luego incluye la tortura, el asesinato político y los campos de concentración contra “los chicos malos”) es también, por definición, «diabólico», y puede acabar arrestado, torturado y enviado a campos de concentración. (Michel Chossudovsky, “The Spanish Inquisition, Made in America”, Global Research, 204).
Al Qaida es presentada ante la opinión pública como el instrumento del terror del «Islam radical» que amenaza a la Patria, socavando la civilización occidental y los valores morales. Todo el mundo debe acatar esas afirmaciones y nadie se atreve a cuestionar a la «Inquisición estadounidense».

Al Qaida y la «Gran Mentira»

La leyenda de Al Qaida mantiene la «Gran Mentira» poniendo la realidad patas arriba. Crea tanto una percepción como una creencia que no pueden cuestionarse. Impregna la política exterior estadounidense y la conducta de la diplomacia internacional. Al Qaida y la «Guerra Global contra el Terrorismo» constituyen el componente fundamental de la doctrina militar de EEUU.
Las afirmaciones estilo «Al Qaida hizo esto», «Al Qaida hizo aquello» esclarecen de forma simple y sin complicaciones acontecimientos complejos mientras disfrazan y ocultan las «razones auténticas», a saber: la prohibida y secreta verdad tras esos hechos.
Nadie parece dispuesto a dedicar el tiempo necesario a examinar «quién es ese escurridizo enemigo de Al Qaida», que ha conseguido, con medios militares limitados, enfrentarse a la maquinaria bélica multimillonaria de EEUU.
La explicación general sobre Al Qaida no solo ensombrece los canales normales de la comprensión humana, también impide que se pueda acceder al siguiente paso de una explicación racional, que consiste en decir: si Al Qaida es «la causa», como se ha afirmado en numerosos informes de prensa, entonces: «¿Qué es Al Qaida?» y «¿Quién está detrás de Al Qaida?».
Pero ese tipo de preguntas raramente se plantean en la era posterior al 11-S. Investigar «quién está detrás de los terroristas» no puede ni mencionarse siquiera, es un tabú político, a pesar de las pruebas relativas al papel histórico de la inteligencia estadounidense en la creación y promoción de la yihad islámica.
Hoy en día, si ocurriera que se llegara a revelar lo que realmente es Al Qaida –por ejemplo, en el contexto de un específico ataque terrorista de falsa bandera-, la legitimidad de la «guerra contra el terrorismo», así como la de los altos cargos que la apoyan, se vendría abajo como un conjunto de naipes.
Aunque la identidad de Al Qaida está totalmente documentada, incluidos sus vínculos con la inteligencia de EEUU, la verdad no ha llegado a filtrarse hasta el grueso de la opinión pública.
Reunión de Ronald Reagan en 1985 con los comandantes muyahaidines afganos en la Casa Blanca (Reagan Archives)

Al Qaida y el papel de la inteligencia de Occidente

La CIA ha reconocido que la yihad islámica «fue» un «activo de la inteligencia» patrocinado por EEUU que data de cuando la guerra afgano-soviética estaba en su apogeo (1979-1989).
La comunidad de la inteligencia admite que sí, que ellos crearon a los muyahaidines, que levantaron los campos de entrenamiento y las escuelas coránicas junto con los Servicios de Inter-Inteligencia de Pakistán (ISI). Actuando en nombre de la CIA, el ISI se implicó en el reclutamiento, entrenamiento y adoctrinamiento religioso de los «yihadistas» que el Presidente Ronald Reagan describió como los «Combatientes de la Libertad».
Desde el comienzo de la guerra afgano-soviética en 1979 hasta el momento actual, varias organizaciones fundamentalistas islámicas se convirtieron de facto en instrumento de la inteligencia estadounidense y, más en general, de la alianza militar EEUU-OTAN-Israel.
Aunque el público estadounidense lo desconoce, EEUU extendió las enseñanzas de la yihad islámica en libros de texto «made in America», elaborados en la Universidad de Nebraska:
EEUU gastó millones de dólares en proporcionar a los escolares afganos libros de textos llenos de imágenes violentas y enseñanzas islámicas militantes, como parte de una serie de intentos secretos para estimular la resistencia a la ocupación soviética.
Los manuales, que se llenaron con charlas sobre la yihad y destacados dibujos de armas, balas, soldados y minas, han servido desde entonces como asignaturas comunes del sistema escolar afgano. Incluso los talibanes utilizaban los libros que los estadounidenses producían.
La Casa Blanca defiende el contenido religioso, diciendo que los principios islámicos impregnan la cultura afgana y que los libros «cumplen totalmente la legislación y la política de EEUU». Sin embargo, expertos legales se plantean si los libros no violan una prohibición constitucional al utilizar los dólares de los contribuyentes para promover la religión.
Los funcionarios de la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) dijeron en diversas entrevistas que dejaron intactos los materiales islámicos porque temían que los educadores afganos rechazaran los libros si no había en ellos una fuerte dosis de pensamiento musulmán. La Agencia eliminó su logotipo y cualquier mención al gobierno de EEUU de los textos religiosos, según declaró la portavoz de USAID Kathryn Stratos.
«"No es una política del AID la promoción de la instrucción religiosa”, dijo Stratos. “Pero seguimos adelante con ese proyecto porque el objetivo fundamental… es educar a los niños, que es ante todo una actividad laica.»
«… Los libros de texto, publicados en las lenguas dominantes afganas del dari y pastún, se desarrollaron a principios de la década de 1980 en virtud de una subvención otorgada a la Universidad de Nebraska-Omaha y a su Centro de Estudios Afganos. La Agencia gastó 51 millones de dólares en los programas de educación de la universidad en Afganistán desde 1984 a 1994”».
(diario Washington Post, 23 de marzo de 2002).
El papel de las agencias de inteligencia occidental apoyando a las organizaciones afiliadas a Al Qaida se esbozará en la Parte II de este artículo, titulado: «¿Quién está detrás de Al Qaida?».
Michel Chossudovsky

domingo, 8 de abril de 2012

Desbandada y fracaso imperial en Siria


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El 27 de marzo de 2012, después de la liberación de Baba Amro, el presidente Bachar al-Assad visita la ciudad de Homs para garantizar personalmente a los desplazados que ya no tienen nada que temer de los takfiristas y que el Estado reconstruirá sus casas.
El presidente Bachar al-Assad viajó a Homs el 27 de marzo de 2012. Visitó allí el barrio de Baba Amro, donde takfiristas sirios [1] y combatientes extranjeros mantuvieron por un mes un Emirato islámico independiente.
El presidente al-Assad aseguró a los habitantes desplazados que el Estado reconstruirá sus casas «mucho mejor que antes» y que pronto podrán regresar a sus puntos de origen. Miles de personas, principalmente sunnitas, habían tenido que huir de la dictadura de los islamistas. En ausencia de los habitantes, las casas fueron saqueadas y dinamitadas por los rebeldes, cuando no destruidas por los combates.
Bachar al-Assad, que sigue siendo el jefe de Estado más popular del mundo árabe, conversó con algunos habitantes de Homs, pero la posible presencia de terroristas aislados lo obligó a renunciar al tradicional baño de multitudes.
La guerra de baja intensidad ha terminado «de una vez y por todas», comentó el vocero del ministerio sirio de Relaciones Exteriores, Jihad Makdissi. El país entra ahora en una fase de reconstrucción a causa de los sabotajes perpetrados contra sus principales infraestructuras energéticas y de telecomunicaciones.
Proseguían, mientras tanto, las maniobras de la OTAN y del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG). Se organizó una reunión del Consejo Nacional Sirio para adoptar un«Pacto Nacional» aceptable para la opinión pública occidental. El objetivo era dar una apariencia laica y democrática a un órgano dominado por la Hermandad Musulmana, organización que exige la instauración de la sharia y de un régimen islámico. Así que el programa redactado por la Hermandad Musulmana se escondió simplemente bajo un camuflaje inventado por varios expertos en propaganda, que lo enriquecieron además con unas cuantas expresiones políticamente correctas. Este programa fue adoptado en un extraño escrutinio en que la Hermandad Musulmana votó en contra mientras que hacía participar toda una serie de desconocidos encargados de votar a favor, para lograr que el texto se aprobara sin que la propia Hermandad Musulmana tuviese que contradecirse. El Consejo Nacional Sirio dispone por lo tanto de un texto programático que únicamente compromete a quienes lo leen mientras que la mayoría de sus miembros espera pisotearlo lo más pronto posible.
Por su parte, el secretario general de la Liga Árabe y su homólogo de la ONU nombraron un enviado especial conjunto, Kofi Annan, encargado de negociar una salida a la crisis. Annan asumió la responsabilidad de un plan de 6 puntos, que es una versión ligeramente modificada de la proposición rusa presentada a la Liga. El plan obtuvo la aprobación del presidente al-Assad, a condición de que no se desvirtúen esas disposiciones y que no se utilicen para volver a introducir armas y combatientes en Siria.
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Fue en ese contexto que la OTAN y el Consejo de Cooperación del Golfo convocaron la segunda Conferencia de «Amigos» de Siria, celebrada en Estambul el domingo 1º de abril. 83 Estados y organizaciones intergubernamentales participaron en el encuentro, presidido por Turquía [2].
Al igual que en su anterior encuentro, realizado en Túnez el 24 de febrero, los participantes reafirmaron ante todo su apoyo a «una transición política dirigida por sirios hacia un Estado civil, democrático, pluralista, independiente y libre; un Estado que respete los derechos de la gente independientemente de su etnia, de su religión o de su sexo» [3]; posición que trata de desviar la atención del hecho que entre los Estados que la adoptan hay unos cuantos que no son ni civiles, ni democráticos, ni pluralistas, ni independientes, ni libres y que discriminan a sus ciudadanos por cuestiones de etnia, de religión o de sexo, como Arabia Saudita y Qatar.
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Los «Amigos» de Siria expresaron después su resuelto apoyo al plan de 6 puntos de Kofi Annan, mientras que la presidencia turca de la Conferencia proponía armar y financiar a los rebeldes, en violación del mencionado plan.
La Conferencia escuchó además los informes del Consejo Nacional Sirio. Saludó la adopción formal delPacto Nacional y la voluntad de los miembros del Consejo de trabajar unidos, olvidando sin embargo que la última reunión del Consejo había terminado en disputas y portazos y con la renuncia de los 24 delegados kurdos. Así que la Conferencia reconoció al Consejo como «un»representante legítimo de todo el pueblo sirio y como una organización que reúne a los grupos de oposición sirios.
Esas felicitaciones inmerecidas no deben interpretarse como una muestra de desconocimiento de la situación o de ceguera, sino como un consuelo diplomático tendiente a hacer olvidar una gran decepción. La realidad es que la Conferencia se negó a reconocer al Consejo como «el»representante del pueblo sirio, o sea que se negó a considerarlo un parlamento en el exilio con capacidad para designar un gobierno en el exilio y para reclamar el puesto de Siria en la ONU. Ese desaire demuestra que los«Amigos» de Siria han renunciado al cambio de régimen y que ya no esperan que sea el Consejo quien gobierne el país. La función del Consejo se limitará en lo adelante a participar en las campañas mediáticas contra su propio país. El servicio de propaganda de la Casa Blanca necesita, por lo tanto, controlar la publicidad de toda la oposición siria, así que la Conferencia exigió tratar con un solo interlocutor –el Consejo Nacional Sirio– y conminó a todos los grupos de oposición a fundirse en esa estructura.
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El Centro sobre la Responsabilidad Siria

Después de haber resuelto esa cuestión puramente disciplinaria, la Conferencia regularizó la creación de 3 nuevas estructuras. En primer lugar, y por iniciativa del Departamento de Estado, se creó un Centro de Información encargado de «recoger, reunir, analizar» toda la información disponible sobre las violaciones de los derechos humanos cometidas por las autoridades sirias con vistas a juzgarlas en el futuro ante una jurisdicción internacional [4].
No se ha olvidado en Damasco que Estados Unidos creyó durante años que lograría atribuir el asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri al presidente al-Assad. Estados Unidos se esforzó entonces en coleccionar falsos testimonios y en la creación del Tribunal Especial para el Líbano. Se hicieron oír en aquel momento las voces de los vasallos de Washington profetizando que el presidente sirio sería llevado a La Haya atado de pies y manos. Tampoco se ha olvidado que los falsos testimonios acumulados contra Bachar al-Assad acabaron derrumbándose en medio de escándalos de corrupción y que Washington decidió orientar su dispositivo seudojurídico hacia otros blancos.
En definitiva, el mencionado Centro se encargará sobre todo de coordinar el trabajo de las ONGs que Washington ya subvenciona directa o indirectamente, como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y la Federación Internacional de Derechos Humanos. El Departamento de Estado desbloqueó inmediatamente 1,25 millones de dólares para ese trabajo de secretariado, al que destinó además un personal bien seleccionado.
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El Grupo de Trabajo sobre las Sanciones

La Conferencia se dotó también de un Grupo de Trabajo sobre las Sanciones. Oficialmente, se trata de coordinar las medidas que han tomado Estados Unidos, la Unión Europea, la Liga Árabe, etc., para hacerlas más eficaces. Los sirios ya habían subrayado que si bien iban a hacerlos sufrir a ellos, las sanciones en realidad acabarían matando a varios de sus vecinos. Es por ello que el documento final precisa también que el Grupo tendrá que cuidar de que las sanciones no perjudiquen a terceros países, lo cual implica en varios casos la apertura de rutas comerciales alternativas.
En efecto, la Liga Árabe ya se había visto obligada a suspender la aplicación de las sanciones que ella misma había decretado anteriormente. Y tuvo que hacerlo porque aquellas sanciones eran una amenaza directa para la economía de sus propios miembros. Jordania, por ejemplo, se vio privada de un día para otro de dos tercios de sus importaciones y hubiese tenido que prescindir del agua potable que le proporciona Siria. La economía jordana se derrumbó en una semana.
El Grupo de Trabajo sobre las Sanciones parece por lo tanto hallarse ante la difícil tarea de resolver la cuadratura del círculo. Su primera reunión tendrá lugar, en París, durante la segunda semana de abril, o sea antes de la elección presidencial francesa y del previsible cambio de política que ese escrutinio debe provocar.
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El Grupo de Trabajo sobre la Reactivación Económica y el Desarrollo de Siria

El tercer y último órgano creado por la Conferencia es el Grupo de Trabajo sobre Reactivación Económica y Desarrollo. Al principio se había previsto que el Consejo Nacional Sirio formara el primer gobierno sirio después del derrocamiento de Bachar al-Assad. Para ello debía contar con una considerable ayuda financiera que le permitiese ganarse la simpatía de una población ya extenuada por la presión de las sanciones. Ante la promesa de aquella cuantiosa ayuda comenzaron a sumarse al Consejo todo tipo de oportunistas y estafadores.
En la medida en que, por un lado, ya no se habla de cambio de régimen y en que se anuncia por otra parte un recrudecimiento de las sanciones, ¿por qué ayudar entonces al presidente al-Assad a reactivar la economía y a desarrollar su país? ¿Y por qué son los Emiratos Árabes Unidos y Alemania quienes presiden ese grupo de trabajo?
Nuestra hipótesis, en espera de más información, es que ese grupo de trabajo se dedicará en realidad a camuflar el pago –por parte de Francia– de indemnizaciones de guerra a cambio de la devolución de los militares detenidos en Siria. Nuestros lectores y oyentes ya saben que 19 militares franceses fueron arrestados en Siria y que 3 de ellos fueron entregados al jefe del Estado Mayor, el almirante Edouard Guillaud, mientras este se hallaba en visita en Líbano. Ambas partes siguen negociando aún, a través de los Emiratos Árabes Unidos.
Francia reconoció que los prisioneros son ciudadanos franceses, aunque todos tienen doble nacionalidad –argelina o marroquí, además de la francesa– pero afirma que no son militares en misión. Según Francia, esos prisioneros son yihadistas que llegaron a Siria para combatir por iniciativa propia y a espaldas de las autoridades francesas. Mientras tanto, Siria señala que los equipos de comunicación de la OTAN hallados en manos de esos franceses demuestran que esos elementos estaban actuando bajo esa bandera. En todo caso, es posible que Francia pague por la liberación de esos detenidos una indemnización cuyo monto es difícil de calcular.
Siria reclama daños de guerra por los miles de muertos y la infraestructura destruida. Francia observa que, si hubo una guerra secreta, no es ella la única responsable. Si decidiese pagar, Francia se negaría en cambio a reconocer públicamente la razón de ese movimiento de fondos. Y tendría entonces que garantizar el anonimato del pago, con ayuda de su socio alemán.
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El general Dempsey se presentó ante el Senadopara explicar que Estados Unidos e Israel han perdido la supremacía aérea en el Medio Oriente.

¿Qué estrategia adoptarán la OTAN y el CCG?

El balance de esta Conferencia deja entrever la nueva estrategia de Estados Unidos y, por consiguiente, la estrategia de la OTAN y del Consejo de Cooperación del Golfo.
Si Washington ha decidido renunciar al cambio de régimen en Siria es porque no dispone de los medios militares para concretarlo. En un primer momento, en vez de reconocerlo, el secretario de Defensa Leon Panetta declaró que una intervención militar no haría más que complicar la situación en el terreno y llevar el país a la guerra civil en vez de prevenir ese tipo de conflicto.
El general Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor, y el general James Mattis, comandante del CentComadmitieron posteriormente que la fuerza aérea estadounidense no podría bombardear Siria si se le ordenara hacerlo ya que Rusia ha equipado a ese país del Medio Oriente con el sistema antiaéreo más eficaz del mundo.
Los generales estadounidenses admitieron también que mantienen une vigilancia aérea y espacial sobre Siria, pero que ya no lo hacen para proporcionar información al Ejército Libre Sirio, sino para garantizar que esa fuerza no se apodere de los arsenales des armas químicas y biológicas.
En otras palabras, no sólo Washington ha renunciado a derrocar el régimen por la fuerza sino que además vela porque eso no suceda, para no entrar en conflicto con Rusia, China e Irán.
Washington se permite, en cambio, recurrir a la manipulación del caso sirio para poner a Moscú y Pekín en posiciones embarazosas. La creación del Centro sobre la Responsabilidad Siria se limita al montaje de una nueva campaña de propaganda antisiria, cuyo objetivo ya no es abrir el camino a la intervención de la OTAN en Siria sino acusar a Rusia y China de no ser otra cosa que dictaduras solidarias con otra dictadura. Y el objetivo de las sanciones ya no es desmoralizar a la burguesía para que se vuelva contra el régimen, sino obligar a Rusia y China a pagar por Siria.
Es desde ese ángulo que debe analizarse la labor de agitación de Alain Juppé. Este ministro francés de Relaciones Exteriores sabe que sus declaraciones antisirias carecen de fundamento. Pero eso no le importa porque también sabe que él mismo va a tener que abandonar ese puesto y que su sucesor se negará entonces, en nombre de la alternancia política, a asumir las consecuencias de lo que él haga o diga ahora. Su permanente escalada sirve a la vez para alimentar el dossier que el Centro sobre la Responsabilidad Siria está preparando y para satisfacer al lobby cuyo respaldo va a necesitar el propio Juppé cuando esté en la oposición.
Sobre ese tema, Damasco, que intuye la derrota deSarkozy en las elecciones, ha enviado a París un diplomático de muy alto nivel. Este último se reunió con uno de sus amigos, un ex ministro socialista de Relaciones Exteriores, que lo presentó a Francois Hollande. Siria conoce perfectamente los vínculos existentes entre el candidato socialista y Qatar. Pero no duda que el próximo presidente francés va a alinearse junto a la posición estadounidense y que, por lo tanto, pondrá fin a todo apoyo a la oposición armada.